El frío metal

Traicionarse a si mismo, entregarse al vacío y simplemente caminar. Hoy ya no conozco a nadie y nadie pretende ahondar más allá. Con el puñal en la espalda y con sangre en la boca respiro, una y otra vez respiro, enciendo un cigarrillo y un pálido cristal proyecta mi patética mirada.

He llegado odiarme en un punto máximo, pero ya las ataduras me indican que no es bueno seguir este camino, la maldita oscuridad con esperanza de luz, solo esta vez no creería en algo malo por seguro que pareciera. ¿Parezco tan desalmado?

Es tarde, los dos pasan y la limitada movilidad colma mi paciencia, estas ganas de correr, poder escapar a algún lugar distinto se suman a mi lista de frustraciones actuales, hoy solo hay una simple forma de consolarme, leer, adaptarme y una que otra vez permitirme pensar en alguien más. De nada sirve seguir pecando en la oscuridad.

Existo

Me guío, me canso, retomo, respiro, sigo en duelo. Me conforto, me ayudo, me desplazo, vivo, siento aire y lo arrebato al mundo. Consumo, proyecto, camino y progreso, me devuelvo. Me hago eterno, prometo, desisto, incumplo. Retomo la promesa, despierto, deceso, me hago infame. Me enfermo, palidezco y grito, infrinjo lástima, tuya, mía, de nosotros. Retomo, recuerdo, recreo, desconfío y confío a la vez, sonrío, muero, vuelvo vivir, vuelvo a morir, me canso de intentar, luego me canso de no intentar nada, aprendo, me olvido de todo, recaigo y me levanto, sin bata, con bata, somnoliento y absurdo. Me sorprendo, me decepciono, me ilusiono y olvido el porqué, destruyo, creo, escribo y rasgo papeles, bebo, expulso, escupo y me detengo... 

Luego despierto, el mismo lugar, la misma compañía, la inevitable destreza, el mismo espejo, luego elijo seguir soñando.

Evito, afronto, exacto, inexacto, en puntería y hasta descalzo. Sangro y cicatrizo casi a la vez, algunas tarde otras no tanto, veo, ignoro, desplazo y olvido, olvido mi yo, mi tú, mi siempre, mi nunca, mi existencia, hasta mi propia sombra. Descanso.

Retomo, busco, no encuentro, encuentro mucho y abandono el tanto, no sé del poco, desconozco el yo, desconozco el rostro, lo recuerdo a medias, casi fuerte y casi muerto. La extraño la odio y la amo, luego creo olvidarla, después creo amarla, extrañarla y odiarla de nuevo, luego desisto, retomo y descanso, me desplomo, me quedo en soledad y rodeado, en guerrilla, en guardia, con el ojo en la mira me disparo, mi pensamiento cae, queda al descubierto, y simplemente elijo existir, sin vida o con ella.

Labios Siniestros

Un trozo de esa poesía de antaño...
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Beso distante, lejano y recordado.
Beso de muerte, como el que por ultima vez fue entregado.
Labios fríos, tan olvidados y ocultados.
Manos blancas y ojos cristalizados.

Eternidad de sensaciones, comunión de inocencia. 
Grabado a mano, grabado con labios.
Hoy que te siento tan cerca, hoy que duermes tan lejos.

Beso de diario, beso entregado al viento
beso entintado, dialogado y encriptado.
Beso de mirada o quizás de palabras.
Beso desarmado, almas entregadas y dolores compartidos.

Textura suave y labios rojos, intentos abandonados.
Simplemente besos que nunca fueron entregados. 
Pensar en tocarte, pensar en besarte,
a esos labios de ironía, formando un ciclo de heridas
Besos sin suerte, besos rechazados, besos inertes.
Corazón de latidos extenuados y que esperan encontrar la belleza.

Autores sin nombre, autores que no quieren recordar,
besos delatados, marcados y enamorados.
Se sienten en estos labios extenuados de guerras pasadas,
pero jurando a voces distintas que fueron
alma viva de una necesidad que fue ahogada.