Descubro que prevalece el tormento,
recorro en mi mente los rincones de ese universo,
trastabillando en el borde del abismo,
eligiendo la caída en un infinito de futuros paralelos.
Confieso que el cielo y el infierno están aquí, adentro.
Respiro y pierdo el aliento, vivo pero al instante muero.
Sus articulaciones examinan mi sustancia,
Su amor indefinido restaura lo recóndito.
Formas que nunca había visto,
Sentidos que nunca había sentido
Es verdad que no somos cuerpos,
En este periplo he descendido a los oscuros pensamientos, sin embargo,
un candil de fractales me inunda, sea cual sea el final,
he descubierto la divinidad y me pregunto:
¿Será esto mismo lo que vio Medusa en su deceso?
